miércoles, 16 de marzo de 2011

Profesionales de cabecera

Cuando nos cambiamos de casa pasamos de tener todo eléctrico a tener cocina y calentador de gas, como no quería que se me estropearan mis hermosas cazuelas y sartenes pues ¡venga! a cambiar  la cocina. Para ello primero tenía que sacar la cocina de gas,  trabajo para el que se necesita un fontanero (y para que mirara el calentador que ahorita os cuento) que llamaremos X.


X vino un día a mirar qué es lo que tenía que hacer para saber qué herramientas tenía que traer, pues el pobre hombre las debió perder todas por que no ha vuelto, después de esperar unos días mas bien semana y media....empezamos a sospechar que X no tenía intención de volver así que llamamos a otro.
A Y, que es como denominaremos al 2º fontanero, le explicamos por teléfono lo que tenía que hacer para que ya trajera las herramientas(este no se nos escapa): quitar una cocina de gas, revisar un calentador, y ya que estaba en casa ajustar un vater que bailaba más que la Plisetskaya. El señor Y, nos ajustó el vater y le puso tal pegote en el desagüe que para eso le hubiera dicho a los niños de infantil de 3 años que vinieran a arreglarlo ellos, por que el tipo curioso, lo que se dice curioso no fue .En la cocina el tipo lo que hizo fue cerrar la espita del gas de la cocina, corta el tubo con una sierra y saca la cocina, y va el tío y me suelta :
-"tened cuidado de no abrir la espita"
y yo
- "¿cómo? ¿me vas a dejar eso así?"
- "mujer si no abres el gas no pasa nada"
Mi cara debía mostrar cierto estupor por que Y, o sea el fontanero, me dice:
-"es que no traje el soldador, pero señora (¡señora yo!) no se preocupe que me llevo esta pieza (ummm) y ya le traigo el próximo día un tapón"
Yo no daba crédito, el profesional recogió sus herramientas y se fue, así sin más, con un trozo de tubo de mi cocina, con un churro fatal puesto en el vater y sin haber mirado el calentador. Tranquila Marta, cuando vuelva mañana (por que me dijo ¡Hasta mañana!) ya le digo lo del calentador. Hace un mes de esto y tampoco se nada de este tipo, no ha vuelto.
Ante el plantón de  este segundo fontanero, y con una cocina de gas con riesgo de explosión pues llamamos a Don Z... muy bien, el tercer fontanero. A este ya se le notaba algo más de rodaje pero una cierta parsimonia que deben de aprender en la clase de F.O.L. (Formación e Orientación Laboral), por que este fue un rasgo común de los fontaneros que en el breve tiempo que llevo en esta casa han pasado por ella.
-"Uf! e quen lle fixo isto"
esta es la primera frase que te sueltan nada más ver lo que tienen que hacer. Sin darle las explicaciones que el quería le comenté lo que tenía que hacer y ¡oh! lo hizo. Sacó la espita de la cocina "e así non hai risco de abrila sin querer", me miró el caudal del calentador y no, no estaba estropeado es así de mierda (la solución a nuestros problemas en otro post), miró las salidas del agua de los baños (dios ¡que vergüenza!, alguien de casa estaba estreñid@ y yo no soy, creí que era una piedra pero no, era "eso" que estais pensando, enorme, sin palabras). 
      Tambien me hizo una instalación para poder poner el lavavajillas que quedó la  mar de curiosa, a pesar de las caras que me ponia cuando le decía qué es lo que quería.


 Como conclusión: para una chorradilla de nada que había que hacer pasaron por casa 3 fontaneros, dos de los cuales no han vuelto, el tercero fue el que nos hizo en trabajo, Ahora he cogido un libro en la Biblioteca "Aprenda fontanería paso a paso" . Ninguno de los 3 ha cobrado, los dos primeros no lo harán el el último... bueno este quizá si.
Desde mi humilde blog voy a hacer un llamamiento a las autoridades: Quiero un sistema de profesionales del hogar como el de disfrutamos con el sergas, es decir que si me rompe un enchufe pues llamo a mi electricista de cabecera y listo, que la lavadora pierde agua pues al fontanero que me toque. Creo que lo mejor sería organizarlo por barrios, por ejemplo que vives en el salgueiro pues te toca Polo, que si en la carretera general pues Antón, y así no nos volveríamos locos que esto es un sinvivir.
¡Gracias por leerme!